En 1818 el ladrón inglés apodado Capitán Rayo escapó de la justicia inglesa y se fue a huir a Estados Unidos.
Allí inició su vida encubierta practicando la medicina, tomando el nombre de Doctor John Wilson. Para que no lo reconocieran las autoridades, llevaba puestos tres trajes encima, lo cual le ayudaba a cubrir una pierna deforme que tenía y lo hacía verse más grande.
Al estar al borde de la muerte, el hombre les pidió a sus amigos que lo enterraran sin quitarle la ropa. Pero esa petición no podía cumplirse puesto que el cuerpo debía prepararse para ser sepultado apropiadamente.
Cuando falleció y su cuerpo fue llevado para ser preparado, el empleado de la funeraria quedó sorprendido al encontrar, en el cuerpo sin vida del llamado Dr. John Wilson, cicatrices de heridas y una pierna atrofiada, las cuales eran características con las que se buscaba al ladrón inglés.
Una revisión en la casa del fallecido Dr. Wilson reveló las sospechas, al encontrar en un escondite relojes, joyas y diamantes. El comisario supo que el doctor era, en realidad, el Capitán Rayo, un ladrón disfrazado. ¡Habían sido engañados!
Marcos 4:22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.
Tarde o temprano la mentira será descubierta…
#elbaúldelasanécdotas
#mujeresalospiesdeJesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario