Un joven telegrafista estaba oprimido desde hacía algún tiempo por el sentimiento de sus pecados y suspiraba por la gracia del perdón.
Una mañana estando de servicio tuvo que recibir y transmitir un telegrama.
Con gran sorpresa descifró estas palabras: "He aquí el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo".
Un cristiano que se hallaba de viaje
telegrafiaba este texto en respuesta a la carta de un amigo que le pedía
consejo sobre la salvación de su alma.
El mensaje estaba destinado para otro, pero el que lo transmitió recibió
por su medio la vida eterna aprendiendo a poner su confianza en la obra
redentora de quien, fue sacrificado como un cordero para nuestra
salvación. - Spurgeon.
👉🏻 Amada Dios se vale de diferentes medios y maneras para salvar una vida. No dejes de hablar su palabra ni de orar por los tuyos.
Dios te Bendiga!
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