domingo, 28 de marzo de 2021

Una pequeña fe


No es la cantidad de tu fe lo que te salvará. Una gota de agua es tan verdaderamente agua como todo el océano. Así, una pequeña fe es fe verdadera, igual que la mayor. Un niño de ocho años es tanto un hombre como uno de sesenta. 


La llama de una cerilla es fuego igualmente que una grande llama; un hombre enfermo es un ser vivo lo mismo que uno en buen estado de salud. De modo que no es la medida de tu fe lo que te salva, es la sangre a la que te acoges


De la misma manera que la débil mano de un niño que lleva su cuchara a la boca le alimentará igual como el brazo del hombre más fuerte, pues no es la mano la que alimenta, sino el alimento que es llevado a la boca y entra en el estómago; así si te adhieres a Cristo. Aunque sea del modo más débil, El no te dejará perecer.


La mano más débil puede tomar un don lo mismo que la más fuerte. Pues bien, Cristo es el don y la fe débil puede asirse a El igual que la fe fuerte, y Cristo es tan verdaderamente tuyo cuando tienes una fe débil como cuando has venido con gozo triunfante por la fortaleza de la fe. - Welsh.


Mateo 17:20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.


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jueves, 11 de marzo de 2021

La envidia


Shakespeare llamó a la envidia “la enfermedad verde.” Bacon admitió “que no tiene días feriados.” Horacio declaró que “los tiranos nunca han inventado un mayor tormento.” Barrie dijo que “es el más corrosivo de los vicios.” 


Sheridan se refería a ella en su obra El crítico cuando escribió: “no hay pasión tan fuertemente arraigada en el corazón humano como esta.” Philip Bailey, el elocuente poeta inglés de años idos, vívidamente la describe como “un abrigo [que] sale siseando y candente del infierno.”


El simbolismo es apto; mostrando al lector que es uno de los pecados más ciegos; en parte porque es irrazonable, y en parte porque el envidioso está cosido en sí mismo e hinchado con pensamientos venenosos en un mundo oscuro, restringido de casi insoportable angustia autoimpuesta.


¿Qué es exactamente la envidia? ¿Cómo difiere de su gemelo, los celos?

La envidia (la más sofisticada de los dos) es una consciencia dolorosa y resentida de una ventaja que otro disfruta…acompañada de un fuerte deseo de poseer la misma ventaja. 


La envidia quiere tener lo que otro posee. Los celos quieren poseer lo que ya tienen. Los celos son crueles y grotescos. La envidia es ladina y sutil. Los celos se aferran y sofocan. 


La envidia siempre está extendiendo las manos, añorando, entrecerrando los ojos, pensando (y diciendo) insinuaciones siniestras.


👉🏻Los celos y la envidia están muy ligados al orgullo, la vanidad y el egoísmo. Son tres características que no deben por nada sentarse en el corazón de la mujer Cristiana.👈🏻


Gálatas 5:26

No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.


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viernes, 5 de marzo de 2021

El hereje


En el tiempo de Mario el perseguidor, llegó uno de sus agentes a la casa de una mujer cristiana que había ocultado a uno de los siervos de Cristo, y le preguntó:¿En dónde está ese hereje?.


La mujer cristiana dijo: Abra aquella petaca y verá usted al hereje. El perseguidor abrió la petaca y sobre la ropa vio un espejo. –¡No hay aquí ningún hereje! –respondió encolerizado. –Ah –le dijo ella–, ¡observe usted el espejo y verá allí al hereje!.


Cuando tomamos nosotros el espejo de la Palabra de Dios, puede ser que en lugar de ver a otros que hayan desobedecido las leyes divinas, veamos a nosotros mismos culpables de no haber puesto atención a las enseñanzas de nuestro Señor.


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