sábado, 11 de mayo de 2024

El prisionero inocente


Había una vez un hombre que había sido injustamente acusado y encarcelado por un crimen que no había cometido. Pasaron muchos años antes de que se descubriera la verdad y fuera liberado. A pesar de haber perdido tanto tiempo de su vida, decidió perdonar a aquellos que lo habían acusado falsamente, demostrando así el poder transformador del perdón incluso en las circunstancias más difíciles.


No sólo cuando perdonamos recibimos una transformación y sanidad, sino que así mismo recibiremos el perdón de Dios sobre nuestras ofensas.


Mateo 6:14 -15 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.


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sábado, 13 de enero de 2024

El ladrillo

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, con precaución de no toparse con un chico cruzando la calle sin mirar, y al bajar la velocidad; sintió un estruendoso golpe en la puerta, y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto


Trancó los frenos, dio un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad a donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico auto.

Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia un auto estacionado; le gritó a toda voz: ¿Qué rayos fue eso?

¿Quién eres tu? ¿Qué crees que haces con mi auto? Y enfurecido casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo: ¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué hiciste eso?

"Por favor, Señor, por favor ¡lo siento mucho! no sé que hacer", suplicó el chiquillo. Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado.

"Es mi hermano", le dijo. Se descarriló su sillón de ruedas y se cayó al suelo y no puedo levantarlo. Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: "¿Puede usted, por favor; ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mí solito". Soy pequeño.

Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el taco que se le formó en su garganta.


Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó en su silla nuevamente sacando su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Luego de verificar que se encontraba bien, miró; y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie... "DIOS lo bendiga, señor... y muchas gracias" le dijo.

El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.

El ejecutivo no ha reparado aún la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo; para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.
DIOS nos susurra en el alma y en el corazón. Hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención.

Escoge: escucha el susurro... o el ladrillazo.


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sábado, 23 de diciembre de 2023

¿Eres un reflejo de Jesús?

Bill era un borracho que se había convertido en Skid Rode ( misión de los vagabundos).Antes de su conversión, se había ganado la reputación de ser un alcohólico empedernido y un vagabundo para el que no había esperanza. Pero todo cambió cuando entregó su vida a Cristo y se convirtió en la persona más compasiva y bondadosa en toda la misión.

Bill pasaba los días ayudando en todo lo que se necesitara. No le daba asco nada de lo que se le pedía, ya fuera limpiar el vómito dejado por algún alcohólico o limpiar los servicios sucios de los hombres.

Bill lo hacía todo con gratitud. Siempre estaba dispuesto para dar de comer a algún vagabundo, bañarlo y meterlo en la cama cuando éste no era capaz de hacerlo por sí mismo.


Para que fueran hechos conforme a la imagen de su hijo. Romanos 8:29


Una noche, cuando el director de la misión predicó su mensaje evangelistico al grupo habitual de hombres con cabezas inclinadas, uno de ellos se dirigió al altar y se arrodilló, clamándole a Dios que lo cambiara.

El borracho arrepentido gritaba: ¡Oh Dios, hazme como Bill! ¡Hazme como Bill! ¡Hazme como Bill!


El director de la misión se le acercó y le dijo: ¿No sería mejor orar: Hazme como Jesús? Después de pensarlo unos momentos, el hombre elevó su mirada y preguntó: ¿Es Jesús como Bill? ¡Vive de tal manera que los demás vean a Jesús en ti!


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Tomado de Devocionales cristianos